Ayari de Wit
Mi nombre quiere decir flor de vainilla, me gusta mucho mi nombre porque es original y me recuerda todos los días de donde vengo… de una familia muy especial y diferente al común denominador.
Una de las cosas que más valoro en mi vida es la familia, y mucho es gracias a la que me formó. Por lo que quisiera comenzar platicándoles de mi familia…
Tengo la fortuna de haber conocido a una persona original, única, especial y diferente desde los 18 años y compartir la vida con él. Tenemos dos hijos de 15 y 11 años. Ser su mamá me ha dado mucho más de lo que imaginaba, he aprendido, crecido, amado, sufrido, llorado, reído en cada etapa de cada hijo de maneras que nunca hubiera pensado que fueran posibles. Desde tomarlos y protegerlos para que nunca se fueran a caer hasta soltarlos y alejarlos para dejarlos volar… Y esto es tan solo el comienzo de muchas más cosas que aprender y contar. en activa y motivada.
Hay tres pilares en mi vida que me sostienen todos los días que son la satisfacción de producir algún efecto al trabajar, las endorfinas que se liberan al hacer ejercicio y la felicidad que te generan las experiencias de la vida.
Desde chica he sido una apasionada del trabajo, por no decir un poco workaholic. Me gusta mucho lo que hago, me recompensa emocionalmente, sentir que lo que haces, puede llegar a impactar en la vida de una persona.
Las endorfinas que se liberan al hacer ejercicio es otro pilar que me sostiene porque me da la energía para mantenerme activa y motivada. Me gusta mucho nadar, intento hacerlo diario ya que es un espacio de reflexión e introspección que me ayuda a aclararme. También me gusta jugar tenis, competir en partidos y si se puede ganar, pues ganar.
Por último, son las experiencias, ya que me generan paz, felicidad y tranquilidad por lo que son fundamentales en mi vida. Desde el olor del café en las mañanas, los viajes a países con culturas diferentes, las caminatas en el desierto de los leones, escuchar una buena canción, ver un buen partido, ir a un concierto, acariciar a tu gato, llorar de la risa, ver un atardecer, tomar una crepa con nutella, tener una buena plática con una amiga … estas experiencias me ayudan a tomar perspectiva de mi vida, me dan fuerza y me llenan de alegría.
Formar parte de Analytikus ha sido una gran experiencia de trabajo que además de provocar una satisfacción profesional, personal y emocional, me permite tener espacios de reflexión que me mantienen activa y motivada.